Un año pasó de aquel primer día juntos.
Un año cargado de satisfacciones deportivas y personales en donde
cada viaje, cada reunión, cada encuentro, cada recuerdo se transformó
en anécdotas de esas que son para siempre.
Paso a paso las cosas fueron saliendo, y nada fué fácil. Cada objetivo
se volvía en un desafío sin lógica, porque la lógica no entiende de pasión,
y el amor por estos colores nos hicieron día a día mas grupo.
La 19 siguió y sigue creciendo. Este gran sueño de unos pocos hoy es
la realidad de una ciudad que vibra tras el sentimiento...